miércoles, 19 de septiembre de 2007

Criterios de evaluación e informes

Universidad Interamericana de Puerto Rico
Recinto de Barranquitas
Curso: Educ 4035
Pro. José Rivera González

Evaluación
Fechas sujetas a anuncio
Criterio Valor Peso
Exámenes parciales (2) 100 pts c/u (200pts) 15% c/u (30%)

Asistencia y evaluación formativa 100pts 15%

Módulo Instrucional
Trabajo escrito de investigación 100pts 20%

Informe oral 100pts 15%

Examen final comprensivo 100pts 20%

Total 600pts
Total 100%

Temas Informes, módulo instruccional y trabajo escrito de investigación

Tema
Elementos
Persona(s) responsable
Fecha
(sujeta a cambios por contingencias)
1.Teoría conductista Enfoque tradicional
Gramática
Redacción y composición
Literatura
Carmen I/ Jennifer
miércoles 5 de septiembre

2. Teoría conductista Enfoque estructural
Gramática
Redacción y composición
Literatura
Iris/Janette
lunes 10 de septiembre

3. Teoría constructivista
Enfoque comunicativo
Gramática
Redacción y composición
Literatura
Edgardo y Lizmaris
lunes 17 de septiembre

4. Teoría constructivista
Enfoque Integral



Gramática
Redacción y composición
Literatura
Wilmarilyn/Melissa
lunes 24 de septiembre
Tema
Elementos
Persona responsable
Fecha
(sujeta a cambios por contingencias)

5. Enseñanza de la expresión oral
Características
Adecuación del discurso oral a la situación comunicativa
(discursos y contexto)
Alexis
lunes 1ro de octubre

6.Implicaciones didácticas del proceso de enseñanza de lectura y escritura (2)
Teorías:
-interactiva
-transaccional
----------
-del esquema
Del lenguaje como textualidad
Yeidy
-lunes 8 de octubre
-miércoles 10 de octubre

7. Técnicas y estrategias para la enseñanza
(lectura y composición)
Escritura automática
Diarios
Bitácoras
Entrevistas
Resumen
Descripciones
(entre otras)
Dializ/Sarah
miércoles 17 de octubre

8. Evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje
Exámenes
Ensayos
Rúbricas
(holísticas y analíticas)
Planilla de especificaciones
Arlette
miércoles 24 de octubre

9. Técnicas de assessment (2)
Diarios de lectura
Reflexiones
Autoevaluaciones
Portafolio
Mapa de conceptos
Lista focalizada
Escritura inmediata
Hoja de cotejo
(entre otras)
William
Angélica
lunes 5 de noviembre

miércoles 7 de noviembre

10. El proceso de planificación para la enseñanza del español
Planes
Selección de recursos
Selección de lecturas y material didáctico
Alineación de estrategias y técnicas
Carolina
miércoles 14 de noviembre

conductismo 3

Principales corrientes en el campo de la Psicología

Lic. José E. Fernández


TEMAS
EL CONDUCTISMO

El CONDUCTISMO CLÁSICO
Jhon B. Watson
Watson y el aprendizaje
Aprendizaje Emocional
Resumen Crítico
Ivan Petrovick Pavlov
Principios del proceso de condicionamiento de Pavlov

EL NEOCONDUCTISMO (condicionamiento operante)
Edward L. Thorndike
W. F. Skinner
Conducta respondiente y operante.
Programas de Reforzamiento
Aplicaciones del condicionamiento operante.
Modelado de la conducta por aproximación sucesiva



EL CONDUCTISMO

El conductismo clásico:


Esta corriente de pensamiento tiene su origen cronológicamente en las postrimerías del siglo pasado y comienzo de este.
En alguna manera, el conductismo representa un afán de ruptura total en la Psicología (hasta ese entonces) tradicional, cuyos pilares eran el estudio de la conciencia con un método introspectivo. Puede citarse el primer laboratorio de Psicología experimental como ejemplo de esta Psicología tradicional: Wilhem Wundt, en Alemania en 1879 funda un centro de investigación, que marca el nacimiento de la moderna Psicología experimental y científica.
Dentro de la Psicología científica primitiva, Wundt y colaboradores.(al igual que los filósofos en los que se habían inspirado en gran medida) se interesan especialmente en la experiencia humana conciente. Querían comprender las sensaciones, pensamientos y sentimientos del ser humano. Querían captar el flujo continuo del conocimiento conciente y analizarlo en sus componentes fundamentales.
El ánimo de dar aplicación concreta y practica a los conocimientos derivados de la Psicología, y la pretensión de romper con los moldes tradiciona1es de la Psicología alemana hicieron desarrollar una Psicología orientada francamente hacia la conducta objetiva y su utilidad práctica.


Jhon B. Watson

Uno de los representantes más notorios fue Jhon B. Watson (1878-1958), sus primeros estudios fueron realizados con ratas, en donde trató de evaluar su conducta objetiva, en situación de experimentación.
Luego hizo una traslación de su interés hacia la conducta humana. La razón del término “conductista” hace obvia referencia al exclusivo interés de esta corriente de pensamiento: sólo debe estudiarse aquella conducta que sea posible de ser observada, medida, y cuantificada de algún modo. La conducta por tanto debe ser estudiada tan objetivamente como el estudio de una máquina. La conciencia y los aspectos inconcientes de la conducta quedaban totalmente fuera del interés de estudio, del mismo modo toda aquella manifestación humana que no sea traducida en “conducta objetiva y posible de medir”. La oposición de Watson para admitir cualquier análisis subjetivo en la Psicología, lo llevó a rechazar mucho más que el estudio de la conciencia: tal el caso de la motivación y los instintos humanos.
Cuando enfrentó la pregunta de porqué las personas actúan como lo hacen, teniendo conductas similares en algunos casos y muy diferentes en otros, él no recurre al concepto de instinto como fuerza impulsora de acciones determinadas; ni deseo, como energía interior volcada a poseer determinada cosa o situación.
Watson prefirió explicar estos fenómenos del comportamiento por la vía de los reflejos condicionados y el aprendizaje.
En otros términos é1 afirmaba que las personas actúan del modo que lo hacen porque aprendieron a responder de determinado modo mediante un proceso de condicionamiento.
De la misma forma opinaba respecto de características mentales que se suponen innatas: negó que la especie humana naciera con capacidades, rasgos o predisposiciones particulares. Todo lo heredado es lo que hace al aspecto biológico y al funcionamiento de algunos reflejos.
Las diferencias de capacidad, adaptación, personalidad, etc. son simplemente diferencias de conductas aprendidas. De este modo, la controversia entre naturaleza y educación, queda para Watson resuelta, inclinando su pensamiento a que sólo tiene influencia en le conducta del hombre y sus capacidades, el medio ambiente.
Lo que somos depende enteramente de lo aprendido, y dado que lo aprendido puede desaprenderse, la conducta humana estaría sujeta entonces a cambios perfectibles, si por cierto se la condiciona adecuadamente.
Esta combinación de objetividad y de fe en el poder del aprendizaje invadió gran parte de las formulaciones psicológicas norteamericanas de principio de siglo. El optimismo y pragmatismo reinante en la época produjo además la aplicación de éstos principios en el ámbito de la educación formal; en el campo de la publicidad y la propaganda; en el tratamiento del comportamiento alterado; y en cierto modo, en la organizaci6n social toda.
Esta importante gama de aplicaciones, se debe además, a que las ideas de Watson se ajustan perfectamente a la creencia norteamericana de la igualdad de oportunidades, el énfasis en el pragmatismo sin estar afectado por lo emocional/ interno y la fe en la perfectibilidad y el progreso.

Watson y el aprendizaje

Como se señala precedentemente Watson consideraba al aprendizaje como un proceso de condicionamiento.
La especie humana, según su opinión, nace sólo con un grupo reducido de reflejos, que son conexiones innatas entre determinados estímulos y sus respuestas.
Ej.: el estornudo es la respuesta a cierta irritación nasal, y el reflejo rotuliano es la respuesta a un golpe seco en la rodilla. Los reflejos son todo el repertorio conductual que heredamos.
Sin embargo, podemos crear y aprender una multiplicidad de nuevas conexiones estímulo/respuesta mediante un proceso de condicionamiento.
Si un nuevo estímulo actúa junto con el estímulo que produce la respuesta refleja, después de varios apareamientos similares, el nuevo estímulo producirá por sí solo, la respuesta. Este proceso de condicionamiento fue descripto por primera vez por Iván P. Pavlov, a quien nos referiremos más adelante.
Para Watson, éste proceso de condicionamiento, dado a partir de los reflejos innatos, es el que explica la adquisición de pautas de conductas y hábitos cada vez más complejos. Expresa que las conexiones estímulo/respuesta que forman el acto correcto son reflejos condicionados. Cada repuesta a su vez, produce sensaciones que se convierten en estímulos condicionados para la respuesta siguiente y de este modo se forma toda la secuencia de conexiones estímulo/ respuesta condicionada.


Aprendizaje Emocional:

En éste punto, Watson realiza una pequeña concesión a la herencia, manifestando que hay tres modos emocionales innatos: miedo - ira – amor. Pero su modo de concebirlos es que cada uno de ellos son pautas de movimientos y no sentimientos internos.
El aprendizaje emocional implica el condicionamiento (por asociaciones) de estas tres pautas de respuesta emociona1 a nuevos estímulos.
En otro orden, la adquisición del conocimiento, para este autor, es el proceso de aprender a dar la secuencia ordenada de palabras, en respuesta a una pregunta u otro estímulo condicionado.


Resumen crítico:

La gran contribución de Watson al desarrollo de la Psicología reside en que desechó la distinción entre cuerpo y mente (residual del viejo pensamiento cartesiano) y en la importancia que dio al estudio objetivo y fenomenológico de la conducta humana.


Aún en la actualidad, no sólo en los Estados Unidos, sino en diversos sectores, existen sucesivos aportes y también se continúan utilizando algunos de los conceptos originalmente vertidos por ésta corriente.
Por otra parte, en su anhelo por crear una Psicología objetiva, mostró cierta indiferencia por la coherencia lógica de sus postulados teóricos.



Ivan Petrovick Pavlov (1849-1936)


Estudió en la Universidad de San Petesburgo, recibiendo el Premio Nobel de Medicina en 1904, a raz6n de los estudios realizados sobre el sistema digestivo y por su interés en el sistema nervioso central.
Sus investigaciones acerca de estos dos sistemas (digestivo y nervioso central) muestran con gran precisión una forma especial de aprendizaje: el condicionamiento, que a partir de ahora llamaremos clásico.
En éste tipo de condicionamiento se produce el aprendizaje de respuestas, que anteriormente sólo se producían por reflejos innatos.
Describiré ahora lo esencial de su trabajo: el modo en que lograba condicionar a sus perros de experimentación en su laboratorio y bajo condiciones controladas.
Pavlov partió de una observación básica: la salivación que se producía en sus animales de laboratorio, ante la presencia de la carne. Esta salivación es innata, es decir no es aprendida, es una respuesta refleja. A partir de esto diseñó su trabajo.
Primero preparó una pequeña operación en los perros para que la saliva de estos pueda ser recolectada y medida. Luego los hambreaba durante cierto tiempo (dos o más días), posteriormente se realizaba el condicionamiento propiamente: le hacía sonar un estimulo sonoro (campana, silbato) y algunos segundos después les entregaba carne. Al principio el animal no salivaba ante los sonidos pero con el paso de sucesivas veces de apareamiento o asociación del estímulo sonoro y la carne, los perros comenzaron a salivar sólo con la presencia del estímulo sonoro y aún sin la presencia de carne.
¿Que es lo que se produjo?


Para graficar lo anterior:















Principios del proceso de condicionamiento de Pavlov:

Para explicar éste proceso de condicionamiento Pavlov acuñó ciertos principios de validez universal:

Principio de la frecuencia:
Establece que para que un proceso de condicionamiento llegue a establecerse con eficacia, la presentación de los estímulos incondicionales, y los estímulos condicionales deben ser frecuentes. Es decir que con un solo condicionamiento o asociación de estímulos, no es suficiente para lograr el aprendizaje.

Principio de la recencia:
La aplicación del estímulo condicionado debe ser reciente en el tiempo. En otros términos, que el sonido debe presentarse segundos antes de dar la comida, o casi simultáneamente. Nunca después o luego de pasado largo tiempo.

Principio de la extinción:
Dice que lo aprendido se extingue si los condicionamientos no son repetidos. En el caso de los perros de experimentación, si no se les da comida ninguna vez luego de presentar el sonido, éste pierde su propiedad de estímulo condicionado capaz de producir salivación.

Principio de recuperación espontánea:
Ligado íntimamente al principio anterior: si el animal extinguió la respuesta de salivación ante el sonido, y posteriormente se reanuda el proceso asociativo de los estímulos incondicionados y los estímulos condicionados, el animal recupera rápidamente el aprendizaje anteriormente establecido, no necesitando de múltiples exposiciones.

Principio de generalización:
Existe la tendencia a reaccionar con la respuesta condicionada, ante la presentación de estímulos similares, aunque no idénticos al que fue asociado con el estímulo condicionado. Ej.: si el perro aprendió a salivar con el sonido de una campanilla, salivará también con el sonido de un triángulo metálico etc.

Principio de discriminación:
Es lo contrario al principio de generalización. El animal aprende a responder sólo a un sonido determinado y no a algo similar (en intensidad, pero no en timbre).
¿Se puede condicionar también a personas?
Los seres humanos poseemos infinita variedad de posibles conexiones asociativas, aprendidas durante el curso del desarrollo. Establecemos asociaciones simples y otras más complejas en función de los diversos elementos puestos en juego. También las asociaciones varían de acuerdo a la edad, a la condición social, al sexo, a la cultura de origen, etc.
Como ejemplo basta citar:
a) La resonancia asociativa que tienen los nombres: si se trata de María, distinta será la respuesta si nunca tuve un encuentro significativo con una persona llamada así, a que haya tenido sucesivas experiencias (placenteras o no)
b) En éstos tiempos de gran consumismo, en donde los medios masivos de comunicación juegan un rol de gran importancia, estamos generando constantemente nuevas asociaciones: fumar: con prestigio, o con llegar a ser número uno; beber: con conquista, ser apetecible, etc.; desodorizar la casa, con ser buena madre, etc.




EL NEOCONDUCTISMO (condicionamiento operante)


Edward L. Thorndike (1874-1949)

La idea de que el placer y el dolor, como consecuencia de nuestros actos, son determinantes importantes de la conducta humana, tiene antecedentes históricos significativos en la evolución de la Psicología.
Esta idea constituye la base de la teoría del Hedonismo, que desarrolló Jeremy Bentam, ya en el siglo pasado. Este concepto nos indica que los seres vivos pareciera que tienden a realizar aquellas cosas que proporcionan placer y a evitar las que ocasionan displacer o dolor.
Es precisamente este concepto, el punto axiomático de partida de Edward Thorndike, pionero en la experimentación con animales. El, en situación de laboratorio, le presentaba a los animales ciertos problemas estandarizados y observaba cuidadosamente como los resolvían. En 1898 publicó un trabajo llamado “Inteligencia animal”, en donde dio cuenta de dos aspectos centrales de su trabajo:

a) La cuidadosa observación controlada de la conducta animal.

b) El fortalecimiento gradual de los enlaces estimulo-respuesta, acuñando su conocida “Ley de Efecto”.
Esta Ley establecía que la fijación de las conexiones estímulo- respuesta, dependía no simplemente del hecho de que el estímulo y la respuesta se presentaran juntos (condicionamiento clásico) sino por los efectos que seguían a la respuesta.

Uno de sus estudios mas citados es el de los gatos en una jaula de experimentación: se encerró a un gato deprivado de alimentos (hambriento) dentro de una jaula y por fuera se colocó un trozo de pescado.
El gato podía abrir la puerta de la jaula si tiraba de una soga que colgaba del interior de la jaula. Al comienzo, los gatos recurrían a diversas conductas: caminar o pasearse, arañar etc., hasta que tiraba de la soga, se habría la puerta, y podía comer el pescado.
Los sucesivos ensayos, disminuían considerablemente el tiempo hasta que el gato jalaba la cuerda. Este fenómeno, no implicaba (necesariamente) la “comprensión inteligente” del problema a resolver, sino el “aprendizaje gradual de la respuesta correcta”.
Los aprendizajes se producen entonces, por las recompensas (satisfactorias o no) obtenidas.
Nuestro interés en mencionar Thorndike, es que al igual que Watson, se trata de un iniciador en la Psicología objetiva, y con su Ley del Efecto se convirtió en el primer teórico de refuerzo, aunque ciertamente su trabajo se caracterizó por la asistematicidad, ya que enunció varios postulados que no siempre guardan consistencia y coherencia entre sí.

W. F. Skinner. (1904)

Skinner se opone activamente a aquellos aspectos de la teoría que implican suposiciones acerca de entidades o procesos humanos que no se puedan observar, clasificar y medir. Pone énfasis en la descripción positivista de la conducta, y en varias coacciones refleja el pensamiento de que las teorías psicológicas no debieran ser más que enunciados sobre hechos que expresan la relación experimentalmente observada entre las variables comportamentales dependientes y las variables ambientales independientes.
Rechazó la teoría hipotética deductiva, con sus axiomas explícitamente establecidos y su derivación formal de consecuencias lógicas.
El trabajo científico debiera ser, en su opinión, poder descubrir y describir leyes, nacidas de la observación experimental (método inductivo).
La descripción de las leyes del comportamiento no requieren explicaciones “mentalistas, o subjetivas”, el contenido psíquico debe ser descripto en términos de comportamiento observable.
Su rigurosa descripción del comportamiento y las contingencias que lo afectan, en combinación con su talento para la invención técnica fue una importante contribución al campo de la psicología del comportamiento, contribuyendo de este modo a un sistema de pensamiento: el neoconductismo, cuyos principios esenciales son utilizados de modo fértil en vastos campos de la vida social: el estudio de los sistemas enseñanza / aprendizaje, elementos de control social, publicidad/ propaganda, etc.

En el análisis del comportamiento humano, Skinner distingue dos tipos de conducta:

a) La conducta respondiente.
Este tipo de conducta es producida por estímulos específicos, y está formada por las conexiones de estímulos / respuesta, denominados reflejos. El ser humano nace con cierto número de reflejos y se adquieren otros a través del proceso de condicionamiento, es decir del proceso de asociaciones de estímulos ya descripto precedentemente (condicionamiento clásico: un nuevo estímulo es apareado con aquel que ya produce la repuesta, y luego de varios apareamientos, el nuevo estímulo llega a producir la misma respuesta). El organismo produce una conducta refleja específica ante la aparición de estímulos específicos.

b) La conducta operante.
La conducta operante, es a entender de Skinner el tipo de comportamiento más general o universalizado que posee el ser humano.
Se caracteriza porque el comportamiento, opera sobre el medio ambiente. El estudio de la conducta humana desde ésta perspectiva se basa fundamentalmente en el análisis de las ralaciones recíprocas del individuo con su medio, a partir de las diversas acciones que éste ejerce sobre el mismo. Las respuestas del medio a su vez alteran la frecuencia de la conducta, orientándola en un sentido u otro.
Toda acción del individuo sobre el medio, es considerada una operante y puede ser modificada por las consecuencias que el mismo medio devuelve.
El aprendizaje de la conducta operante, se produce también por un proceso de condicionamiento, en donde la consecuencia de dicha operante adquiere un rol fundamental. A estos efectos (consecuencias) Skinner los define como reforzadores. Son éstos (los reforzadores) los que modelan o condicionan la conducta humana.

Se distinguen dos tipos de reforzadores:

a) Positivos
Los reforzadores positivos, potencian o aumentan la probabilidad de que una conducta aparezca frecuentemente.
b) Negativos
Los reforzadores negativos son estímulos adversos, los que el individuo trata de evitar, y potencian o determinan la evitación o el alejamiento del estímulo producido.

Es necesario hacer notar que tanto el refuerzo positivo como el negativo, aumentan la probabilidad de aparición de una conducta, (de acercamiento en el primer caso y de evitación en el segundo).

Los reforzadores pueden clasificarse por su procedencia en:

a) Primarios. son aquellos que tienen propiedad reforzante de modo innato: alimentación (comer y beber), dolor, sexo, etc.
b) Secundarios. aquellos que tienen valor social: posesiones (materiales o espirituales) honor, estima o aprecio, etc


Debe quedar claro que los reforzadores no tienen por sí mismos, de modo intrínseco, la propiedad reforzante de modo universal, ya que cada individuo por sus particularidades que lo definen, es sensible o proclive a ser especialmente estimulado por ciertos factores y no por otros. Por ende, las conductas se potencian o no de acuerdo al efecto que produce sobre el medio y por el tipo de sujeto que la ejecuta, en la cual cumple un rol protagónico el reforzador que es como ya vemos un potenciador o debilitador de conductas.


Programas de reforzamiento

La investigación de Skinner, se realizó casi enteramente en una u otra versión de un aparato que es conocido como Caja de Skinner. Esta varía de tamaño y de forma de acuerdo con el organismo que se estudia, pero en lo fundamental es una caja (o habitáculo) que contiene un manipulador (palanca, llave o botón, etc. que el sujeto puede manipular) y un dispositivo electrónico que entrega los reforzadores cuando el manipulador es tocado o estimulado.
El mecanismo que proporciona los reforzadores (en el caso de animales) da una especie de alimentación (comida o bebida), o también la visión de otros animales, (a los cuales no se les permitió ver por bastante tiempo), o la producción o eliminación de descargas eléctricas.
El principio fundamental sobre el que opera la caja, es que las respuestas al manipulador producen reforzadores.
Estas respuestas se llaman operantes libres, dado que el sujeto de experimentación es libre de emitirlas con su velocidad propia lo que configura una tasa de respuesta (cantidad de emisiones u operantes en determinada cantidad de tiempo, ej.: tocar el manipulador diez veces por minuto).
Skinner se interesó particularmente por la tasa de emisión de operantes libres, quedando así diversos modos o formas de reforzamiento. Estos se denominan Programas de reforzamiento.
EI programa más simple es el refuerzo continuo, en el cual se da un reforzador (comida, etc.) para cada respuesta al manipulador. Este programa se utiliza generalmente cuando se entrena al sujeto en el empleo del manipulador. Después que aprendió el uso de éste, el Programa es desplazado a alguna forma de refuerzo intermitente, en el cual sólo parte o alguna de las respuestas son seguidas por el refuerzo.
Si la frecuencia con la que se presentan los reforzadores depende la tasa o cantidad de respuestas, éste se llama programa de razón.
Si depende solamente del paso del tiempo se llama Programa de Intervalo.
Ambos programas pueden ser además fijos o variables, lo que nos da cuatro tipos de programas:

Programa de razón fija: el sujeto es reforzado después de cada cierta cantidad de respuestas (ej.: reforzar toda décima o quinta u octava respuesta).

Programa de razón variable: se refuerza un promedio de respuestas según sean las características de las mismas. De éste modo, los reforzadores se aplican de acuerdo a un cierto promedio de respuestas, ej.: cada tres, cinco, o diez etc. según sea la necesidad de la experimentación

Programa de intervalo fijo: después que se entregó un reforzador, tiene que transcurrir un intervalo fijo de tiempo, antes que se entregue otro. Una vez pasado este intervalo será reforzada la primera respuesta al manipulador. De este modo el sujeto obtiene un reforzador solamente luego de haber transcurrido el tiempo estipulado, independientemente del número de respuestas al manipulador dadas en el intervalo de tiempo designado.

Programa de intervalo variable: es posible obtener el reforzador algunas veces más pronto y otras mucho tiempo después que el anterior. Ej. : en un programa de intervalo variable de dos minutos, después de la presentación de un reforzador el tiempo medio de entrega de otro sería de dos minutos, pero en cualquier ocasión particular, el intervalo puede acortarse o alargarse. Por consiguiente, el único medio para estar seguro de conseguir todos los reforzadores disponibles lo mas pronto posible, sería responder continuamente. Se ha demostrado que los programas variables potencian e incrementan la tasa de conductas más que los fijos. Se puede observar, como ejemplo, el caso de los “chamanes” que cantan y rezan oraciones para que llueva. Tarde o temprano va a llover y ésto refuerza la conducta de orar y cantar. Skinner sostiene que es justamente la variación en el intervalo de los refuerzos lo que produce que se incremente la emisión sostenida de conductas.


Aplicaciones del condicionamiento operante.

La utilización de los diferentes programas de refuerzo han permitido uno de los objetivos más importantes de la corriente conductista: el moldeamiento o modelado de la conducta, que facilita producir cambios y orientar a ésta en un sentido u otro.
Skinner era un convencido que cualquier ser humano puede llegar a ser lo que es en su vida social, de relaciones, sus modos de comunicarse, trabajar, consumir etc. por el tipo de reforzamientos recibidos a lo largo de su desarrollo.

A modo de resumen (no exhaustivo) se exponen algunos de los modos utilizados a fin de producir la variación de la conducta.

Extinción: se logra extinguir una conducta determinada por medio de la supresión del refuerzo positivo que la mantenía vigente. Ej.: no responder, ni mimar, ni tocar a un bebe que llora apenas se lo acuesta; con el transcurso de una semana se producirá la extinción de la respuesta de llanto ante el hecho de ser acostado.

Imitación Social: se logra aplicando refuerzos positivos a figuras destacadas, notorias o públicas, a fin de que el sujeto imite su comportamiento bajo la expectativa de poseer o alcanzar los mismos reforzadores.
Este modo es ampliamente utilizado en los medios masivos de comunicación, en donde se observa que para lograr estatus, dinero, amor (refuerzos positivos) es necesario consumir determinado producto, o en tal caso para ser más preciso, un consumo determinado (operante libre) lleva como consecuencia obtener el refuerzo positivo (amor, dinero, fama etc.)

Aprendizaje discriminativo: utiliza refuerzos positivos para recompensar las respuestas o conductas deseadas, y refuerzos negativos para “castigar” las respuestas o conductas no deseadas.
Este modo se utiliza ampliamente en los diseños y prácticas de enseñanza a distancia, o por intermedio de maquinarias en donde las respuestas y conocimientos correctos son reforzados positivamente y los errores o desconocimiento son reforzados negativamente.
Es de mencionar también en éste orden, que gran parte de las estrategias y métodos docentes contemporáneos están aún significativamente influenciados por el modo descripto.


Modelado de la conducta por aproximación sucesiva:

Método empleado para lograr que aparezcan conductas inexistentes en el repertorio conductual del sujeto, para lo cual se requieren ciertos pasos secuenciales y ordenados. Este tipo de programa implica el reforzamiento positivo de las respuestas seleccionadas que se aproximen al o los objetivos deseados, y el no reforzamiento (o reforzamiento negativo) de las que no vayan en esa dirección. Este método es ampliamente utilizado por los especialistas en el campo de la Psicología Clínica, que se proponen la instauración de conductas inexistentes en los sujetos (hablar, asearse, vestirse, etc.) que son portadores de patologías de consideración.

Condicionamiento evitativo: se basa en la extinción de la conducta no deseada (o que impida un ajuste con el medio social) a partir del uso (aplicación) de reforzadores negativos. En general todo el sistema punitivo Legal se basa en éste tipo de condicionamiento.
Si paso un semáforo en rojo con mi automóvil (conducta no deseada o desajustada), me imponen una multa económica (refuerzo negativo). Si alguien transgrede una norma de convivencia escolar o educativa (conducta no deseada), se aplican amonestaciones, o eventualmente se sufre la expulsión total de sistema (refuerzo negativo).



Consideraciones Finales

Las posibilidades que se abren a partir del uso adecuado de los refuerzos positivos y negativos, son amplias y variadas. Como ya se ha percibido puede ser utilizado para modelar conductas desde las instituciones pedagógicas, hasta las correctivas o carcelarias; desde el seno familiar, hasta su uso en los medios masivos de comunicación. Toda conducta es pasible de ser modelada y/o encausada.
Skinner no pretendió ser un gran teórico, terreno en el cua1 se manejó con cierto sentido anárquico. Su mayor énfasis lo dirigió a controlar experimentalmente la conducta, sea humana o animal. Ese control se logra, bajo ésta óptica, por el manejo de las contingencias ambientales (refuerzos positivos y negativos) ya mencionados.
Pese a la importante contribución en el campo de la Psicología contemporánea, hay ciertos temas, que aún habiendo sido explicados bajo su enfoque, han sido cuestionados, cuando no objetados en forma categórica, tal el caso de la génesis del lenguaje o como él le llama “comportamiento verbal”.

conductismo 2

El Conductismo
por Gary DeMar
El conductismo se originó con la obra de John B. Watson, un psicólogo Americano. Watson
afirmaba que la psicología no estaba interesada con la mente o con la conciencia humana.
En lugar de ello la psicología estaría interesada solamente en nuestra conducta. De esta
manera los hombres podrían ser estudiados objetivamente, como las ratas y los monos.
La obra de Watson se basaba en los experimentos de Iván Pavlov, quien había estudiado las
respuestas de los animales al condicionamiento. En el experimento mejor conocido de
Pavlov hacía sonar una campana mientras alimentaba a varios perros. Hacía esto durante
varias comidas. Cada vez que los perros escuchaban la campana sabían que se acercaba una
comida y comenzarían a salivar. Luego Pavlov había sonar la campana sin traer comida,
pero los perros todavía salivaban. Habían sido “condicionados” a salivar cada vez que
escuchaban el sonido de la campana. Pavlov creía, como Watson iba después a enfatizar,
que los seres humanos reaccionan al estímulo de la misma manera.
Hoy el conductismo es asociado con el nombre de B.F. Skinner, quien edificó su reputación
al comprobar las teorías de Watson en el laboratorio. Los estudios de Skinner le llevaron a
rechazar el énfasis casi exclusivo de Watson sobre los reflejos y el condicionamiento. Él
argumentaba que las personas responden a su ambiente, pero también operan sobre el
ambiente para producir ciertas consecuencias.
Skinner desarrolló la teoría del “condicionamiento operante,” la idea de que nos
comportamos de la manera que lo hacemos porque este tipo de conducta ha tenido ciertas
consecuencias en el pasado. Por ejemplo, si tu novia te da un beso cuando tú le das flores,
probablemente le vas a dar flores cuando quieras un beso. Estarás actuando con la
expectativa de una cierta recompensa. Sin embargo, al igual que Watson, Skinner negaba
que la mente o los sentimientos jugaran algún rol en determinar la conducta. En lugar de
ello, nuestra experiencia o nuestros reforzamientos determinan nuestra conducta.
El conductismo se originó en el campo de la psicología, pero ha tenido una influencia
mucho más amplia. Sus conceptos y sus métodos se usan en la educación, y muchos cursos
de educación en la universidad se basan en las mismas concepciones acerca del hombre que
sostiene el conductismo. El conductismo ha infiltrado la sociología, en la forma de
sociobiología, la creencia que los valores morales están arraigados en la biología. ¿Cuáles
son las presuposiciones del conductismo?
1. El conductismo es naturalista. Esto significa que el mundo material es la última
realidad, y todo puede ser explicado en términos de leyes naturales. El hombre no
tiene alma y no tiene mente, solo un cerebro que responde al estímulo externo.
2. El conductismo enseña que el hombre no es nada más que una máquina que
responde al condicionamiento. Un escritor ha resumido el conductismo de esta
manera: “El principio central del conductismo es que todos los pensamientos,
sentimientos e intenciones, todos ellos procesos mentales, no determinan lo que
hacemos. Nuestra conducta es el producto de nuestro condicionamiento. Somos
máquinas biológicas y no actuamos concientemente; más bien reaccionamos al
estímulo.”1
La idea de que los hombres son “máquina biológicas” cuyas mentes no tienen ninguna
influencia sobre sus acciones es contraria a la visión bíblica que el hombre es la misma
imagen de Dios – la imagen de un Dios creativo, planificador y pensante. De hecho,
Skinner llega hasta a decir que la mente y los procesos mentales son “metáforas y
ficciones” y que “la conducta es simplemente parte de la biología del organismo.”2
Skinner también reconoce que su visión le quita al hombre su “libertad y dignidad,”
sino insiste que el hombre como un ser espiritual no existe.
3. Consecuentemente, el conductismo enseña que no somos responsables por nuestras
acciones. Si somos meras máquinas, sin mentes o almas, reaccionando al estímulo y
operando en nuestro ambiente para conseguir ciertos fines, entonces cualquier cosa
que hagamos es inevitable. La sociobiología, un tipo de conductismo, compara al
hombre con una computadora: Basura entra, basura sale.
Esto también entra en conflicto con una cosmovisión Cristiana. Nuestras experiencias
pasadas y nuestro ambiente sí afectan la manera en que actuamos, por supuesto, pero
estos factores no pueden dar razón de todo cuanto hacemos. La Biblia enseña que somos
básicamente criaturas pactales, no criaturas biológicas. Nuestro ambiente más cercano
es Dios mismo, y respondemos más fundamentalmente a Él. Respondemos ya sea en
obediencia a Su Palabra o en rebelión contra Su Palabra.
4. El conductismo es manipulador. Busca no solamente entender la conducta humana,
sino predecirla y controlarla. A partir de sus teorías Skinner desarrolló la idea de
“dar forma.” Al controlar las recompensas y los castigos puedes dar forma a la
conducta de otra persona.
Como psiquiatra una de las metas de Skinner es dar forma a la conducta de sus pacientes de
manera que él o ella reaccionen de maneras más socialmente aceptables. Skinner es
bastante claro de que sus teorías debieran ser usadas para guiar la conducta: “El análisis
experimental de la conducta ha conducido a una tecnología efectiva, aplicable a la
educación, la psicoterapia, y al diseño de las prácticas culturales en general, que será más
efectiva cuando no esté compitiendo con prácticas que han tenido el apoyo injustificado de
teorías mentalistas.”3
En otras palabras, Skinner quiere que el conductismo sea la base para manipular a los
pacientes, los estudiantes y las sociedades en general.
Las preguntas obvias, por supuesto, son: ¿Quién usará las herramientas? ¿Quién tirará de
1 David Cohen, “Conductismo,” en El Compañero Oxford para la Mente, Richard L. Gregory, ed. (New
York: Oxford University Press, 1987), p. 71.
2 B.F. Skinner, “Skinner sobre el Conductismo,” en ibid., p. 75.
3 ibid.
las cuerdas? ¿Quién manipulará la tecnología? Sin duda Skinner diría que solamente
alguien entrenado en la teoría y la práctica conductista estaría calificado para “dar forma” a
la conducta de otras personas. Pero esto es contrario a la visión Bíblica, la cual nos manda a
amar a nuestro prójimo, no a manipularlo.
En resumen, las consecuencias éticas del conductismo son grandes. El hombre es despojado
de su responsabilidad, de su libertad y de su dignidad, y es reducido a un ser puramente
biológico, para ser “moldeado” por aquellos que sean capaces de usar efectivamente las
herramientas del conductismo.
Extractos usados de Sobreviviendo a la Universidad Exitosamente: Un Manual Completo
para los Rigores del Combate Académico, por Gary DeMar, 1988 por Primero Resources,
usado con permiso de Wolgemuth & Hyatt Publishers, Inc. Disponible en su librería
Cristiana local.

conductismo

Impacto del Conductismo en la Educación Tradicional
Conclusión
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Durante más de dos mil años la psicología ha sido entendida en su sentido etimológico de "disciplina que tiene por objeto el alma". En efecto, "psique", quiere decir alma, y por consiguiente psicología significa "el estudio del alma".
Cuando en 1700 y luego en 1800 empezó a abrirse camino la idea de que la psique podía conocerse mejor a través del análisis basado en la experiencia, se crearon las premisas para un cambio en el método de investigación que habrían dado paso al nacimiento de la psicología científica. Pero el objeto de la psicología continuó siendo el mismo, es decir, la psique, aunque su carácter de sustancia (el alma) se había ido sustituyendo por su aspecto fenoménico (la conciencia) y muchos investigadores parecían preferir el análisis de reacciones precisas antes que el examen introspectivo de la conciencia. Probablemente, muy pocos habrían puesto en duda que la psicología podía tener otro objeto de estudio, ya que, al renegar de dicho objeto, se habría negado a sí misma por definición.
El conductismo representa la revolución más radical en el enfoque de estudio de la psicología, ya que no sólo considera que le compete también la conducta observable, sino que llega a rechazar a veces que se tenga que ocupar de la conciencia. Desde cierta perspectiva, se podría decir que el conductismo propone una nueva disciplina con un diverso objeto de estudio, a no ser porque su propósito, de explicar todos los temas afrontados por la psicología antigua de un modo más satisfactorio y científicamente satisfactorio, presenta al conductismo como la única manera de hacer ciencia a la psicología.
En otras palabras, el objeto psique es explicado en los contenidos psicológicos (emoción, hábito, aprendizaje, personalidad, etc.) y se propone su estudio a través de su manifestación observable en términos de comportamientos emotivos, comportamientos habituales, comportamientos de aprendizaje, comportamientos constitutivos de la personalidad etc.
El conductismo es un movimiento en la psicología que avoca el uso de procedimientos estrictamente experimentales para la observación de conductas (respuestas) con relación al ambiente (estímulo). El conductismo se desarrolla en los principios del siglo XX por el psicólogo americano John B. Watson. En ese entonces la psicología era considerada predominantemente como el estudio de las experiencias internas o sentimientos a través de métodos subjetivos o introspectivos. Watson no negaba la existencia de experiencias internas o emociones, pero insistía que estas experiencias no podían ser estudiadas porque eran imposibles de observar.
Watson propuso convertir el estudio de la psicología en ciencia utilizando solo procedimientos objetivos, como experimentos de laboratorio diseñados para producir resultados estadísticos significativos. El estudio conductivista lo hizo formular una teoría conocida como estímulo-respuesta. En esta teoría todas las formas complejas de conducta, tales como emociones y hábitos, son estudiadas como compuestas por cambios musculares y glandulares simples, que pueden ser observados y medidos.
En mediados del siglo XX otro psicólogo americano B. F. Skinner desarrollo una posición conocida como Conductismo Radical o Conductismo Base. Él estaba de acuerdo con la opinión de Watson de que la psicología es el estudio de conductas observables en individuos interactuando con el ambiente. Aunque sostenía que los procesos internos, como los sentimientos, debían de ser estudiados también a través de los procesos científicos usuales, con un énfasis en particular en los experimentos controlados utilizando animales y humanos.
Desde 1950, los psicólogos conductistas han producido una impresionante cantidad de estudios dirigidos a entender como se producen y mantienen los diferentes tipos de conductas. Estos estudios han estudiado cuatro partes en especial:
Las interacciones que preceden una conducta, como los procesos preceptúales y el periodo de atención que brinde el individuo.
Cambios en la conducta en sí, como la formación de habilidades.
Interacciones que se producen a partir de la conducta como los efectos de los premios o castigos.
Condiciones que prevalecen a través de los eventos, como el stress emocional.
Los estudios realizados utilizando los principios conductistas han arrojado principalmente conocimientos sobre la modificación de la conducta, o análisis aplicado de la conducta, útiles en especial para la terapia de la conducta, métodos de enseñanza y entrenamiento, y los efectos de las drogas en la conducta.
ORIGENES DEL CONDUCTISMO
El conductismo nace oficialmente en 1913, año en que J. B. Watson publicaba un artículo programático con el título Pscycology as the Behaviorist Views It. Sin embargo, como han observado muchos, Watson fue más bien el organizador, el radical propugnador y el hábil divulgador de una serie de ideas y temas que hacía tiempo iban madurando.
Watson había sido el primer doctor en psicología de la Universidad de Chicago (1903), cabe la cual se esteba dibujando el movimiento funcionalista, y que más tarde el mismo Watson reconociera haber elaborado el "verdadero funcionalismo.
Quien lea el ensayo de Watson citado se dará cuenta inmediatamente de la influencia ejercida sobre el conductismo por la experimentación con los animales. El evolucionismo darwiniano había clarificado que entre el hombre y las demás especies animales no había una diferencia radical, por la que el hombre tuviera un alma y los animales no. Por ello era plausible hacer investigación psicológica con los animales, lo cual presentaba una serie de ventajas incomparables debidas a la posibilidad de estudiar algunos hechos en organismos menos complejos a la oportunidad de controlar variables concomitantes (cantidad y tipo de alimentación, horas de reposos y actividad, condiciones de vida, etc.), a la posibilidad de conocer y mantener bajo control la influencia de la experiencia pasada en las acciones realizadas por el individuo examinado, a la libertad en los procedimientos (experimentaciones largas y pesadas, disponibilidad del sujeto para el momento y el ambiente deseados, etc.), finalmente, al carácter manipulable del organismo (lesión de las funciones sensoriales, operaciones quirúrgicas, etc.). Entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, muchos estudiosos de primer plano se habían ocupado de psicología animal: entre ello Romanes, Loeb, Donaldson, Jennings, Lloyd-Morgan, Uexkull, Thorndike, Washburn, Yerkes, Small y Hunter.
Estudiar la psicología de los animales podía significar varias cosas. En particular, si el objeto de la psicología es la conciencia, se tendría que haber llegado a conocer la naturaleza de la conciencia animal. Pero partiendo del examen del comportamiento observable (los animales no tienen un lenguaje a través del cual explicitar sus contenidos mentales), esto sólo se podía obtener de un modo precario e indirecto. Watson afirmaba que la verdadera psicología de los animales tenía simplemente que considerar su comportamiento, por el hecho de que el objeto de toda la psicología se identificada sin más que el comportamiento. Ya en la investigación llevada a cabo para su tesis doctoral, Watson tendía a juntar esta opción metodológica con otra de contenido, orientada a negar importancia a la conducta. El aprendizaje que se verificaba en un ratón adiestrado a recorrer un laberinto parecía consistir en la adquisición de una serie de movimientos más que de nociones. De este modo dos tendencias distintas de fines del siglo XIX (evolucionismo y fisicismo) encontraban una confluencia armónica. El animal empezaba a ser considerado como conejillo de Indias, ideal para el conocimiento psicológico del hombre.
Thorndike, otro psicólogo norteamericano da un gran impulso a la experimentación animal. Sus investigaciones con los animales, llevadas a cabo a fines del siglo pasado, fueron realizadas con aparatos como el laberinto en forma de T y la jaula. En el laberinto el animal, después de haber recorrido las patas de tantas T, se halla ante lugares de opción y tiene que aprender cuál de las dos direcciones es la adecuada. En cambio lo que se exige al animal encerrado en la jaula es aprender que para salir de la misma y encontrar comida e preciso mover una manecilla. Observando a los gatos empeñados en esta última operación, Thorndike llegó a la conclusión de que su aprendizaje se verificaba gradualmente, a través de una serie de ensayos y errores que llevaba a la consolidación de las reacciones del organismo que habían sido recompensadas (ley del efecto).
La "Ley del Efecto" de Thorndike se caracteriza claramente por un enfoque de tipo conductista. Con el mismo el autor creía especificar una característica básica de la "inteligencia animal". En efecto, podríamos considerar que la inteligencia consiste en comprender la relación que existe entre el acto de presionar la manecilla y la posibilidad de salir, pero lo que observamos efectivamente es que dicho acto se verifica tanto más a menudo mientras más va seguido por una recompensa. El primer modo de describir la situación constituye una pura inferencia sacada del segundo modo, que, en cambio se limita a los hechos. La ley empírica del efecto nos dice que "una acción acompañada o seguida de un estado de satisfacción tenderá a volverse a presentar más a menudo, una acción seguida de un estado de insatisfacción tenderá a volverse a presentar menos a menudo". Pero, si esta ley explica nuestras observaciones y es capaz de predecir lo que probablemente haremos en el futuro no hay motivo para sustituirla por otra.
La ley del efecto subrayaba en primer lugar el carácter adaptativo y utilitarista de la acción humana, cuya manifestación aparecía simplemente vinculada a la posibilidad de ser recompensada. Muchos psicólogos habrían negado que el aprendizaje se verifique sólo en presencia de recompensa y entre ellos incluso algunos pertenecientes a la tradición conductista. En segundo lugar, el análisis de los tiempos exigidos al gato para llegar a la presión de la manecilla sugería a Thorndike que el aprendizaje era gradual. Muchos experimentos realizados por los psicólogos de la Gestalt y nuestro mismo sentido común nos hubieran hecho pensar que el aprendizaje tendría que haberse verificado por medio de una comprensión bastante repentina de la manera como era posible salir de la jaula. En este caso el gato mentalmente diría algo así: "Ah, ya entendí"
Las curvas de aprendizaje trazadas por Thorndike, partiendo de sus datos, eran favorables a la idea de que el aprendizaje es gradual, y no fruto de una comprensión repentina. En efecto en este último caso tendría que haber pasado que, al principio, el gato no lograse salir o hallarse casualmente la respuesta adecuada y, por tanto, tuviese necesidad de mucho tiempo, y que luego –con el descubrimiento de la solución, el tiempo necesario para salir se volviese mínimo. En cambio, Thorndike observó que con el paso de las pruebas, el tiempo necesario para un gato salir de la jaula decrecía regular y gradualmente, sin caídas bruscas, y esto le hizo llegar a la conclusión de que el animal no captaba la solución, sino que más bien iba a pequeños pasos sucesivos, imprimiéndose las respuestas adecuadas y borrando las equivocadas.
Sin embargo, Thorndike no adoptó una postura decidida contra los que hacían una psicología distinta de la suya, cosa que, en cambio hizo poco años después Watson. Éste había dejado en 1904 la universidad de Chicago por la John’s Hopkins University y había continuado la experimentación animal, colaborando también con Carr y Yerkes, el cual en 1909 había introducido con Morgulis la obra de Pavlov en el ámbito norteamericano. Es indudable que la escuela rusa ejerció una gran influencia sobre el conductismo.
En 1912, Watson anticipaba en una serie de conferencias en la Columbia University sus ideas, expresadas luego más claramente en diversos ensayos y en tres volúmenes teóricos, el primero Watson, 1914 inspirado en la psicología animal, el segundo Watson, 1919 enriquecido con las observaciones llevadas a cabo con niños, el tercero Watson 1925 caracterizado por un mayor interés aplicativo y por la batalla ambientalista.
Toda la obra de Watson está penetrada de una brillante y emotiva vena polémica y radical. El primer blanco contra el que dirigió sus ataques fue el método introspectivo. En sentido amplio, la introspección significa "mirar dentro de sí" y en este aspecto había constituido la base de acopio de informaciones para la psicología tradicional.
Prescindiendo del hecho de que los demasiado pequeños progresos llevados a cabo con dicho método por la psicología ponían en duda su capacidad efectiva de avance cognoscitivo, Watson consideraba no científica la introspección por dos motivos fundamentales:
Por el hecho de que el observador se identificaba con lo observado (esto significa, por ejemplo, que desde el mismo momento en que el observador empezaba a observar la conciencia cambiaba por definición su objeto de observación, ya que éste incluía la conciencia de estar observando.
Por el hecho de que la observación introspectiva era realizada por una persona que hablaba de cosas que los demás no podían ver directamente (los datos introspectivos son privados, en contraposición a los datos públicos de las ciencias naturales). El carácter privado de los datos introspectivos era criticado no sólo por una cuestión de principio, sino también por una cuestión de hecho: a través de este método, se llegaba a descripciones completamente discordantes o insatisfactorias.
La primera guerra mundial tuvo una función central en el desarrollo de la psicología en los Estados Unidos, haciéndola salir de los estrictos ámbitos académicos y conocer en sus potenciales contextos aplicativos y a la opinión pública. Si consideramos las relaciones existentes anteriormente entre industrias y psicología, hasta 1915 habían sido más bien débiles y episódicos. Durante la guerra, en cambio, se asistió a una especie de boom de la psicología. La verdadera bomba estuvo representada por la tarea confiada a los psicólogos de someter el ejército a tests con el fin de seleccionar los mejores soldados, y evitar grandes costes de entrenamiento para los reclutas con una baja preparación intelectual. En un segundo tiempo los tests también fueron usados con una intención clasificatoria, es decir, precisar las aptitudes diferenciadas de los sujetos examinados.
El programa de selección llevó a examinar más de 1,727,000 hombres; el relieve y el éxito de la iniciativa constituyeron la mejor carta de presentación para la psicología.
Los psicólogos de las universidades, primero hostiles a la aplicación, terminaron progresivamente colaborando en la publicidad, en la organización industrial, en el ejército, etc., independientemente de su orientación teórica. Figuras del primer plano en este complejo movimiento de investigación-aplicación fueron W. D. Scott, Mustenberg y Bingham, pero –en posición de menor importancia- colaboraron muchisimos más y entre ellos Titchner, Watson y Thorndike.
En 1920, cuando a causa de un pequeño escándalo terminado con el divorcio de Watson, éste tuvo que abandonar la John’s Hopkins University, pasé a colaborar directamente con la industria, metiéndose en problemas publicitarios y empresariales e interesándose cada vez menos por la psicología. Su libro Behaviorism (1925), que obtuvo un gran éxito también y especialmente fuera de los ámbitos científicos, representa claramente el nuevo estado profesional e indica las perspectivas aplicativas del conductismo.
EL CONDUCTISMO WATSONIANO
Entre 1913 y 1930 se desarrolla el conductismo watsoniano. En ese período aparecieron las primeras aportaciones conductistas de Kuo, Lashley, Weiss, Tolman y otros muchos, pero es cierto que la obra de Watson fue particularmente central.
La teoría elaborada por Watson no presenta como un sistema orgánico y definido una vez por todas. Por ejemplo, Watson especificó de modo diferente el objeto de la psicología. El comportamiento fue explicado en los términos de "adaptación del organismo al ambiente", "contracciones musculares", "conjunto integrado de movimientos" y "acciones". Se puede, en cierto modo, decir que la unidad de observación psicológica es para Watson el comportamiento o la conducta en el sentido de acción compleja manifestada por el organismo en su integridad, "sea lo que fuere lo que realice, como orientarse hacia una luz o en dirección opuesta, saltar al oír un sonido, u otras actividades más altamente organizadas como tener hijos, escribir libros, etc.". Evidentemente esas conductas no se detectan en cada una de las reacciones psicológicas que el organismo manifiesta (contracción de un músculo, o bien actividades de órganos individuales como la respiración, la digestión, etc.), que constituyen el objeto diferenciado de estudio de la fisiología.
En la experimentación psicológica que lleva a cabo, Watson se interesa principalmente por variables dependientes complejas del tipo que acabamos de mencionar. Su "molecularismo" y "reduccionismo" teórico se especifican en la idea de que esos comportamientos no son más que la "combinación" de reacciones más simples, de moléculas constituidas por cada uno de los movimientos físicos que, en cuanto a tales, son precisamente estudiados por la fisiología y la medicina. En efecto, los principios de composición de las unidades simples en unidades complejas no modifican la naturaleza de las primeras, sino que simplemente las componen. Los principios a que principalmente se refiere Watson son la frecuencia y proximidad y el condicionamiento. Los principios de la frecuencia y proximidad nos dicen que cuanto tiempo más a menudo o cuanto más recientemente se ha verificado una asociación, con tanta mayor probabilidad se verificará.
El condicionamiento empieza a ocupar un lugar central, en la teoría conductista, hacia 1916. Watson aparece directamente influido no sólo por Pavlov sino también por los reflexólogos rusos, es decir, por Secenov, que ya hacia 1860 había afirmado que los actos de la vida consciente e inconsciente no son más que reflejos y por Bectherev que se interesaba de modo particular por los reflejos musculares.
El principio de condicionamiento parte del descubrimiento del hecho de que en el organismo existen respuestas incondicionadas a determinadas situaciones. Por ejemplo, un organismo hambriento que recibe comida seguramente reaccionará salivando, un súbito haz de luz sobre los ojos provocará seguramente una contracción de la pupila, etc. la comida y el haz de luz se llaman estímulos incondicionados, es decir, acontecimientos que se producen en el medio ambiente y que provocan incondicionadamente una determinada respuesta en el organismo. Pero, otros estímulos que hayan sido asociados a los estímulos incondicionados provocarán también la reacción incondicionada, aunque no tengan por si mismos relación alguna con ella. Por ejemplo, el perro de Pavlov salivaba cuando oía el sonido de una campanita, por el sólo hecho de que ese sonido había sido anteriormente asociado con cierta frecuencia a la presentación de la comida. La investigación sobre el condicionamiento era de particular importancia para el conductista porque, por un lado detectaba precisas unidades estímulo (que permitían definir mejor el ambiente en que el organismo reacciona) y precisas unidades respuesta, y, por el otro, porque ofrecía un principio clave para explicar la génesis de las respuestas complejas. En efecto, se podía suponer que los comportamientos complejos, manifestados por el hombre, eran una larga historia de condicionamientos.
Por este motivo adquirió particular importancia el estudio del aprendizaje empezando por las primeras adquisiciones infantiles. Al analizar las emociones, Watson expresaba la idea de que el miedo, la rabia y el amor son las emociones elementales y se definen partiendo de los estímulos ambientales que las provocan. A partir de estas emociones se construirían las siguientes emociones. Un caso famoso de aprendizaje de las emociones es el del pequeño Albert, que Watson estudió junto con R. Rayner. Albert jugaba tranquilamente con un ratoncillo cuando se le hizo escuchar a sus espaldas un violento ruido. Desde ese momento, el niño manifestó un gran miedo tanto hacia los ratones como hacia otros animales y objetos peludos. El ruido era un estímulo incondicionado capaz de producir por sí solo una respuesta de miedo; su asociación con otro estímulo hacía que el niño fuese condicionado a tener miedo también al ratoncillo y también a otros objetos con características similares. Estudiando una de las primeras neurosis experimentales de la historia de la psicopatología, Watson probaba más adelante que las neurosis no son ni innatas, ni objetos misteriosos, sino que podían definirse en los términos de respuestas emocionales aprendidas.
Para Watson, las mismas leyes que regulan el aprendizaje emotivo constituyen la base de las demás adquisiciones y, en particular, de los llamados "hábitos". Si para los "hábitos manuales" la idea podía ser compartida por muchos, el problema se hacía más difícil cuando se trataba de explicar procesos psicológicos complejos y en particular el pensamiento y sus relaciones con el lenguaje. La propuesta metodológica de Watson exigía basarse en la observación de la conducta, y en este caso de la conducta verbal, y por tanto el pensamiento debería haberse inferido del lenguaje. Pero la propuesta por así decir "filosófica" era la de negar existencia real al pensamiento y asimilarlo directamente al lenguaje.
Para Watson, el lenguaje se adquiere por condicionamiento. El niño oye asociar a un objeto su nombre y por consiguiente el nombre termina por evocar la misma respuesta evocada por el objeto. Progresivamente todo el sistema de movimientos que provocan la emisión del sonido palabra puede ser sustituido por una parte de movimientos, por lo que la palabra es sólo pronunciada en voz baja, o moviendo silenciosamente los labios, o bien mediante simples "hábitos de laringe". Watson creía que de esta manera se va formando el pensamiento y sugería que podía ser reducido a un conjunto de hábitos de laringe. En el plano teórico el punto central estaba representado por el hecho de que la actividad de pensamiento era un resultado de los aprendizajes comunicativos y no tenía por sí mismo importancia ni interés cognoscitivo.
EL PAPEL DE LA EXPERIENCIA Y
LAS GRANDES TEORIAS DEL APRENDIZAJE
En el segundo y tercer decenio del siglo, las teorías psicológicas más populares en los Estados Unidos, además de la watsoniana, fueron la de McDougall y la de Freud. Ambas, pero en particular la primera, se caracterizaban por la importancia atribuida a los instintos hereditarios en el hombre. Watson en un primer tiempo aceptó esta idea, pero en un segundo tiempo, influido por la posición radical de Kuo e impresionado por el desacuerdo y la confusión entre los psicólogos que intentaban clasificar los instintos, optó decididamente por una postura, que por un lado no reconocía la utilidad y validez psicológica del concepto de instinto y, por el otro, negaba que el hombre estuviese al momento del nacimiento dotado de un bagaje psicológico personal. En 1925, Watson llegó a afirmar que el recién nacido tiene un repertorio de reacciones extremadamente limitado, como reflejos, reacciones postulares, motrices, glandulares y musculares, pero dichas reacciones afectan al cuerpo y no son rasgos mentales; el niño nace sin instinto, inteligencia u otras dotes innatas, y será sólo la experiencia ulterior la que caracterizará su formación psicológica. Watson adoptaba así una posición igualitarista "los hombres nacen todos iguales" y llena de confianza en poder influir el desarrollo del sujeto controlando las experiencias a que se expone. Con una afirmación que se hizo famosa, Watson declaraba que si le hubiesen dado una docena de niños sanos, los habría podido convertir fácilmente en buenos doctores, magistrados, artistas, comerciantes, independientemente de sus hipotéticas "tendencias, inclinaciones, vocaciones, raza de los antepasados".
Según esta posición el hombre era totalmente producto de sus experiencias. Por consiguiente, adquiría importancia central el estudio del aprendizaje, es decir, la manera como el hombre adquiere un repertorio de comportamientos motores, verbales, sociales, etc., que luego serán los elementos constitutivos de su personalidad complexiva. Aunque a menudo los psicólogos de tradición conductista hayan aceptado la idea de que parte de los rasgos psicológicos de una persona está vinculada a sus predisposiciones hereditarias, es cierto que de su opción ambientalista surgió el interés dominante por el estudio del aprendizaje.
En efecto, gran parte de las teorías del aprendizaje elaboradas entre 1920 y 1960 se puede relacionar con el conductismo. Entre las mismas las más famosas son las de Thorndike, Guthrie, Tolman, Hull, Spence, Skinner, Miller, Estes, Underwood y Postman. Diversos volúmenes ofrecen una presentación bastante completa de dichas teorías, por lo que solo estudiaremos a tres de sus más ilustres exponentes, es decir, Tolman, Hull y Skinner.
La obra de Tolman constituye uno de tantos casos anómalos dentro de la escuela conductista, desde el momento en que fue poco a poco diferenciándose del conductismo watsoniano y acogiendo ideas cognitivitas o incluso psicoanalíticas. Tolman se vinculó directamente con Holt y Perry en el intento de especificar el objeto psicológico mejor de lo que creía haber hecho Watson. En efecto, la posición "molecularista" de Watson tenía el peligro de identificar el "comportamiento" de las "contracciones musculares" y de remitir su estudio a la fisiología. Por el contrario, Tolman creía que existía un "específico psicológico" caracterizado por su "molaridad" (es decir, no descomponible en componentes simples, so pena de desnaturalizarlo) o bien por su irreductibilidad. Ese "especifico", sin embargo, no era de naturaleza psíquica, sino de naturaleza comportamental, tal como Watson había afirmado, sólo que se caracterizaba por el hecho de poseer propiedades emergentes. Para Tolman, si caracterizásemos el comportamiento, por ejemplo de un ratón que mueve una cuerdecita para acercarse la comida, solo con los componentes motores habríamos dado una descripción fisiológica. Para llegar a una descripción psicológica deberíamos tener en cuenta los predicados que emergen del comportamiento de ese ratón, es decir, del hecho que muestra "cogniciones" e "intencionalidades" (es decir, está orientado hacia metas).
Podremos seguir mejor la argumentación de Tolman refiriéndonos al predicado de la intencionalidad que s tan importante en su obra que se ha hablado de ella como un conductismo intencional. Perry ya había analizado el comportamiento finalizado y había afirmado que se caracterizaba por la "docilidad" o presencia de un aprendizaje, por el que, dado un determinado ambiente, la respuesta se presenta sólo si se tiene un determinado resultado. Para que el individuo sepa que la respuesta lleva precisamente al objetivo deseado, la conexión si tiene que haberse verificado en el pasado y el individuo tiene que haberla aprendido. Realizando experimentos con los animales Tolman explicitó en términos empíricos la problemática inherente a la intencionalidad del comportamiento.
"El objetivo está descriptivamente presente, cuando es necesario la afirmación del objeto meta para indicar:
la constancia del objeto meta, a pesar de las variaciones en la adaptación a los obstáculos interpuestos; o
la variación en la dirección final correspondiente a las posiciones diferentes del objeto meto; o
el cese de la actividad cuando se quita un determinado objeto meta."
Tolman 1976, 83-84
En estos tres casos, la descripción del comportamiento sería insatisfactoria si no se hiciese referencia a un objeto meta. Filosóficamente, introduciendo la noción de "objetivos" y con ella otras como "expectativa", "signo Gestalt", "mapa cognitivo", etc., Tolman se aparta indudablemente de la mayor parte de los conductistas. Sin embargo, ha adoptado de ellos la metodología y el punto de partida: el comportamiento.
Tolman habla a menudo de "variable interventora", reconociendo que un método objetivo conoce sólo la variable dependiente representada por el comportamiento, y sin embargo, puede inferir del mismo la presencia y las características de las variables mentales que intervienen. En efecto, conociendo los valores de las variables independientes (estímulos ambientales, experiencia anterior, estado pulsional, etc., variables que Tolman propone definir en términos operacionales) y los valores del comportamiento efectivo, es posible hacer inferencias sobre las variables interventoras (propiedades que el sujeto atribuye al objeto, capacidades, etc.) que, como dice Tolman, son entidades objetivas, definidas en los términos de las funciones "f" que las conectan con las variables independientes por una parte y con el comportamiento final por la otra.
Como observó Fraisse (1967) la psicología había abandonado muy pronto el ideal de detectar las conexiones puras por las cuales, dado el estimulo S, se verifica siempre la respuesta R. La realidad nos dice que S puede provocar respuestas diversas, R1, R2, R3, … R11, que por consiguiente no pueden ya ser consideradas puramente función de S, según el esquema:
S R
luego R = f (S)
sino que deben referirse también a una variable que interviene entre S y R:
S I R
luego R = f (I x S)
En particular, la superación de la simple conexión S-R se habría dado en primer tiempo en referencia a la importancia de variables interventoras del organismo, en un segundo tiempo con referencia a toda la personalidad.
Al aceptar conceptos no observables, la teorización psicológica se dejaba una vez más influir por el modelo de las ciencias naturales, cuyo debate epistemológico reconocía, cada vez con mayor claridad, la relación que, dentro de una ciencia, existe entre teoría y datos empíricos. Dos movimientos epistemológicos conectados entre sí tuvieron, alrededor de 1930, un peso importante en la psicología: el neopositivismo y el operacionismo. Del neopositivismo muchos psicólogos sacaron en particular los criterios para construir teorías y modelos fundados y convalidados sobre datos empíricos, pero que también incluían constructos teóricos (la teoría hipotético-deductiva de Hull constituiría su ejemplo más destacado), y además la distinción entre datos empíricos aceptables. Esta distinción iba especialmente bien para los conductistas e incluso consagraba su opción antiinstrospeccionista. A menudo fue descrita en esa época en los términos operacionistas, por lo que el científico puede realizar sólo determinadas "operaciones". En realidad, como demostró Curi (1973), el análisis de las operaciones científicas había sido originariamente introducido por Bridgman como instrumento heurístico de conocimiento de la actuación del científico; los conductistas, en cambio, lo aceptaron del modo que congeniaba más con ellos.
Clark Hull recogió de Watson el conductismo molecular, de Thorndike la idea de que la recompensa constituye un requisito fundamental del aprendizaje, de Tolman la referencia metodológica a las variables interventoras. Partiendo de estas premisas y basándose en el principio del condicionamiento clásico, Hull construyó una teoría hipotético-deductiva que intentaba para la psicología la misma sistematización lógica y matemática presente en las ciencias físicas. El sistema de Hull consta de definiciones, postulados, corolarios y teoremas; y permite hacer predicciones no sólo sobre la dirección sino también sobre los aspectos cuantitativos del comportamiento. Si pensamos que la psicología halla a menudo dificultades en predecir si una cosa sucederá (¿se decidirá Pedrito a ir al teléfono?), aparece muy fascinante el intento de Hull de llegar –a través de sofisticadas ecuaciones- a caracterizar también cuantitativamente el comportamiento (¿cuanto tiempo empleará Pedrito para llegar hasta el teléfono?). Está claro entonces por qué el análisis de Hull pudo forzosamente limitarse a pocas situaciones experimentales, relativas al comportamiento de ratones, y que las formulaciones tuvieran que someterse a revisiones y a críticas.
La teoría general de Hull apareció en 1943 en un libro con el titulo Principles of Behavior, pero fue sometida a diversas modificaciones expuestas en una versión menos sistemática en el volumen póstumo A Behavior System, en 1952. En ese decenio, el impacto de Hull sobre la psicología experimental norteamericana fue tan grande que casi todos los investigadores se veían obligados a citarlo en la bibliografía.
Si Hull creía en la utilidad de la teoría, Skinner, en cambio, se mostró -en línea de principio- contrario a la misma. Actualmente Skinner no se oponía a cualquier teoría, sino sólo a las teorías elaboradas generalmente por los psicólogos, que introducen conceptos "mentalista" que corren el riesgo de hipostatizar procesos y hechos puramente hipotéticos y son en su opinión inútiles. Skinner está interesado por la observación del comportamiento y su relación con las "contingencias de refuerzo", es decir, las ocasiones en que a una determinada respuesta ha seguido una recompensa. Su idea es que este tipo de análisis puede ser suficiente para explicar cualquier forma de aprendizaje, incluso el aprendizaje lingüístico. La consecuencia de ello es que la referencia a procesos que se verificaran en la mente sería inútil y engorrosa, además de ser difícilmente objetivable. Skinner extrapola su análisis de carácter general partiendo del estudio del comportamiento de ratones y palomas emitidos en una jaula. Entre las diversas respuestas que el animal puede dar se escoge una de modo que vaya seguida de un estímulo reforzador. Se observará que la respuesta seguida de refuerzo tenderá a presentarse cada vez con mayor frecuencia. Este paradigma se llama "condicionamiento operante" y se diferencia del estudiado por Pavlov (llamado "clásico" o "de respuesta") por el hecho de que la respuesta no sigue sino que precede al estímulo crítico. En el caso del perro de Pavlov, el estímulo incondicionado (comida) o condicionado (campanita asociada a la comida) provoca necesariamente la respuesta incondicionada. En el caso del ratón de Skinner, el organismo emite cada vez más a menudo la respuesta a que se ha seguido un refuerzo. Desde los años 30 hasta hoy Skinner y sus colaboradores realizaron muchisimas experimentaciones con el fin de especificar mejor la relación entre adquisición de comportamientos y hechos reforzadores en particular por los efectos de "programas" diferentes de refuerzo. El paradigma del "condicionamiento operante" se ha convertido en un esquema fundamental en psicología comparada y fisiológica para estudiar también otra variables (como por ejemplo: ¿el fármaco x tiene efectos colaterales sobre el comportamiento?), y se ha convertido en una clave de bóveda para explicar aprendizajes complejos que quedaban inexplicados partiendo del "condicionamiento clásico". En efecto, éste se basaba en la existencia de reacciones incondicionadas (y en el hombre se han hallado muy pocas) y en la formación de condicionamientos de segundo orden (la campanita del perro de Pavlov) y por tanto de orden sucesivo: pero la posibilidad de obtener condicionamiento de cuarto, quinto, etc. orden quedaba sin demostrar. En cambio está claro que el condicionamiento operante se aplica a cualquier tipo de respuesta, porque cada uno de ellos puede ser seguido de refuerzo. Skinner, por consiguiente, se empeñó en estudiar las principales respuestas humanas, buscando los hechos reforzadores que provocan su mantenimiento o consolidación.
En esta perspectiva Skinner puso de manifiesto el carácter "manipulable" del comportamiento humano, denunciando por un lado el papel desempeñado por ciertos grandes agentes de control, como la familia, el Estado y la Iglesia y, por el otro, proponiendo, en una novela utópica, utilizar con buen resultado esas mismas "reglas de manipulación", de modo que se llegue a realizar una especie de "república" platónica, gobernada por los sabios.
La pedagogía es muy compleja y se dice que cada maestro y cada escuela es un mundo aparte con sus propias creencias basadas en sus estrategias de enseñanza diaria. La posición más común tomada por los directores de las escuelas tanto como por los maestros es la que describiremos a continuación, conocida como La Educación Tradicional, y que se basa fuertemente en la teoría conductista.
Un maestro de la educación tradicional cree en lo siguiente:
Todo estudiante necesita ser calificado con notas, estrellitas, y otros incentivos como motivación para aprender y cumplir con los requisitos escolares.
Cada estudiante debe ser calificado en base a los estándares de aprendizaje, que la profesora traza para todos los estudiantes por igual.
El currículo debe estar organizado por materias de una manera cuidadosamente y en secuencia y detallado.
Los maestros que aceptan la perspectiva conductista asumen que el comportamiento de los estudiantes es una respuesta a su ambiente pasado y presente y que todo comportamiento es aprendido. Por tanto cualquier problema con el comportamiento de un estudiante es visto como el historial de refuerzos que dicho comportamiento ha recibido. Como para los conductistas el aprendizaje es una manera de modificar el comportamiento, los maestros deben de proveer a los estudiantes con un ambiente adecuado para el refuerzo de las conductas deseados.
Las conductas no deseadas de los estudiantes en el aula pueden ser modificados utilizando los principios básicos de modificación de conducta.
Las siguientes son técnicas aplicadas en la educación tradicional para eliminar conductas no deseadas en los estudiantes:
Refuerzo de las conductas deseadas, que de esta manera competirá con la conducta no deseada hasta reemplazarla por completo.
Debilitar las conductas no deseadas eliminando los refuerzos de estas.
La técnica de la "saturación" que implica envolver a un individuo en la misma conducta no deseada, de manera repetitiva hasta que el individuo se sienta hastiado del comportamiento.
Cambiando la condición del estímulo que produce la conducta no deseada, influenciando al individuo a tomar otra respuesta a dicho estimulo.
Usando castigos para debilitar la conducta no deseada.
Una importante aplicación del condicionamiento operante utilizado en la educación tradicional es la de Aprendizaje Programado. En esta técnica las materias son divididas en pequeños simples pedazos o marcos de referencia, en que en cada parte al estudiante se le bombardea con una cantidad de preguntas a las que el estudiante conoce la respuesta y probablemente conteste correctamente; luego de una en una se van agregando preguntas al repertorio, dando premios e incentivando las respuestas correctas.
CONCLUSIÓN
Muchos críticos afirman que el Conductismo "sobre simplifica" la conducta humana y que ve al hombre como una automatización en vez de una criatura con propósito y voluntad. A pesar de la opinión de estos críticos, el conductismo ha tenido gran impacto en la psicología. Ha impulsado la experimentación científica y el uso de procedimientos estadísticos.
Su más importante logro es el que ha logrado cambiar el propósito principal de la psicología hacia la solución de verdaderas problemáticas relacionadas con la conducta humana. Como el aprendizaje es una forma de modificación de conducta, los procedimientos de modificación de conducta desarrollados por los conductistas han probados ser de gran utilidad para muchos maestros y escuelas durante las últimas generaciones.
Aunque en desacuerdo con gran parte de la influencia del conductismo en la educación, por la forma de ver a los estudiantes como individuos vacíos que adquieren conductas y que las que no son deseadas pueden ser reemplazadas o eliminadas, hay que admitir la gran influencia del conductismo en la educación tradicional y la gran influencia que seguirá manteniendo sobre esta.
BIBLIOGRAFÍA
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BEHAVIORISM AS A LEARNING THEORY, Erika Black, 1995, http://soclink.csudh.edu/wisc/dearhabermas/alfiek.htm
EL CONDUCTISMO, Cesare Cornoldi, 1980, Barcelona.
JOHN BROADUS WATSON, Enciclopedia Encarta, Encarta Online, 1999, http://encarta.msn.com/find/Concise.asp?ti=00015000
Trabajo enviado por:
Priscilla Hernandez
Estudiante de 2do año para la licenciatura en educación especial. Con 5 años de experiencia docente.